Aprovisiónese de unos prismáticos y prepárese para pasar unas horas recorriendo la llanura. Sólo así podrá apreciar la gran variedad de especies de aves, que se esconden en las amplias extensiones doradas alrededor de Castro Verde. 

Esta llanura, a la que el verano confiere un tono blanquecino, suele designarse “Campo Blanco”. Es una zona de protección especial para la avifauna, donde se encuentran especies típicas de la pradera cerealífera del "Alentejo profundo", como el alcaraván o el ganga ortega. Observe sus movimientos y tenga la cámara fotográfica siempre lista para disparar, para que estas imágenes de gran belleza no se queden guardadas sólo en su memoria.

El Centro de Educación Ambiental de Vale Gonçalinho ha diseñado algunos circuitos ambientales que pasan por los puntos más interesantes, y le faculta informaciones para disfrutar de lleno de su paseo. Si lo prefiere, puede recurrir a los servicios de un guía, que le sabrá explicar como nadie las costumbres de las aves que va a avistar. ¿Sabía que el grulla emigra desde el Norte de Europa volando muchísimos kilómetros para pasar el inverno en el Alentejo? El cernícalo primilla llega en febrero y parte a principios de verano, después de haber hecho sus nidos en lo alto de los edificios en ruinas. Pero el sisón encuentra en estas grandes llanuras el hábitat ideal para el año entero.

Y no falte al encuentro con la avutarda -símbolo de Castro Verde-, la mayor ave voladora de Europa que puede alcanzar el tamaño de un pavo con 16 kilos. De las 1.500 existentes en Portugal viven aquí cerca de 1.350. A finales de primavera, vea como el macho muestra sus plumas y abre la cola en abanico para los cortejos nupciales. ¿Quién sabe si tendrá la oportunidad de asistir a este espectáculo de la naturaleza?

La continuidad del paisaje sólo se ve interrumpida por algunas presas y riberas que atraen a diversas aves acuáticas, como el somormujo lavanco o la frisada. Y si cuando visite el Embalse del Monte da Rocha oye risas a pesar de no ver a nadie, no se asuste, pues se trata sin duda del canto de las canasteras. ¡Haga coro con ellas y déjese contagiar por su alegría!