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El núcleo más antiguo de la aldea de Penha Garcia, situada entre la aldea histórica de Monsanto y la estación termal de Monfortinho está ubicada en lo alto de una ladera que se asoma a una garganta estrecha y profunda del río Ponsul. Desde aquí, donde las casas modestas ostentan la nobleza de las piedras de pizarra y granito, nadie se quedará indiferente ante la panorámica de la belleza imponente y austera de esta región.

Coronando la pequeña aldea, el castillo que erigió D. Sancho I, segundo rey de Portugal, recuerda que Penha Garcia formaba parte de la defensa estratégica del reino, en los primeros años de su existencia. En el s. XIV la villa y el castillo fueron donados a la Orden del Templo, guerrera y defensora de las tierras de la cristiandad. Antes de esto, habrían formado parte de las posesiones de un tal D. Garcia Mendes, del que se tomó el nombre.

En el interior de la iglesia matriz se guarda un valioso tesoro: la imagen de Nuestra Señora do Leite esculpida en piedra de Ançã, conmovedora en su manifestación maternal, que tiene en la base una inscripción gótica datada de 1469.