Patrimonio Mundial
En Portugal, la cultura y el patrimonio poseen características únicas derivadas de los acontecimientos históricos y de la manera de ser de un pueblo que fue aprendiendo con el resto del mundo y adaptando esas novedades a su forma de estar y al territorio.
Al visitar el país percibimos en cada lugar cuáles son esos elementos que forman parte de la personalidad portuguesa. Se encuentran en ciudades, monumentos y paisajes que, de una manera o de otra, también cuentan una parte de la historia del mundo. Por tal motivo, han sido catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
La UNESCO ya ha concedido 25 distinciones de Patrimonio de la Humanidad, entre las que se encuentran centros históricos, yacimientos arqueológicos, paisajes culturales, parques naturales y patrimonio inmaterial. Estas contribuciones portuguesas a la historia mundial son de obligada visita y un buen pretexto para conocer el país de norte a sur.
Centro histórico de Guimarães
Guimarães posee un alto valor simbólico para la identidad portuguesa ya que aquí tuvo su origen en el siglo XII. La ciudad, muy bien conservada, refleja la evolución de la arquitectura civil desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Las técnicas especializadas de construcción aquí desarrolladas se aplicaron en todo el globo, en las colonias portuguesas, en África y en el Nuevo Mundo.
Centro histórico de Oporto
Todo el caserío que se observa colina que baja hasta Ribeira, junto al río Duero, y la zona ribereña de Vila Nova de Gaia retratan la historia de esta ciudad ligada a la actividad marítima desde el tiempo de los romanos. La Catedral y la Torre de los Clérigos, símbolos de Oporto, la riqueza de los edificios, las iglesias barrocas y la Bolsa neoclásica hacen de este un paisaje urbano excepcional, heredero de una historia milenaria.
Paisaje cultural del Alto Douro Vinhateiro
Las viñas que producen el famoso Vino de Oporto crecen en el grandioso valle del río Duero, la región vinícola demarcada más antigua del mundo. Sus características y el trabajo del hombre, que moldeó el valle en terrazas durante siglos, lo transformaron en un paisaje único y de gran belleza.
Parque Arqueológico do Vale do Coa
En el valle del río Coa se encuentra una inmensa galería arte rupestre al aire libre, comprendida en un espacio de 17 km, pero que se pueden ver de forma reunida en el moderno edificio del Museo del Coa. Esta excepcional concentración de grabados rupestres del Paleolítico superior (de 22.000 a 10.000 años a.C.) constituye el ejemplo más importante de las primeras manifestaciones de la creación humana, hasta ahora desconocido a este nivel en cualquier otra parte del mundo.
Universidad de Coímbra, Alta y Sofia
Fundada en 1290, la Universidad de Coímbra es la más antigua de Portugal y una de las más antiguas de Europa. Durante el siglo XVIII especialmente, influyó en el desarrollo del carácter estudiantil de la ciudad, tanto a escala urbana, como arquitectónica, artística y social. Ejemplo de ello son el Paço das Escolas, los colegios de Graça y de Jesús, la Biblioteca Joanina, el Jardín Botánico, la Alta de Coímbra, la Rua da Sofia y las tradiciones y prácticas académicas seculares. Desde su origen, la universidad ha sido un centro promotor del conocimiento científico y una referencia de la lengua y cultura portuguesas en todo el mundo.
Convento de Cristo, Tomar
Por su significado histórico y por su importancia artística, el Convento de la Orden de Cristo y el Castillo templario forman un conjunto monumental único. Las intervenciones a lo largo de los siglos reflejan artísticamente la historia de Portugal, con testimonios del arte Románico, de la simbología templaria, de los estilos gótico y manuelino, propios de la época de los Descubrimientos, seguidos del arte del Renacimiento, después el Manierismo en sus diversas facetas y, por último, el Barroco de los adornos arquitectónicos.
Monasterio de Alcobaça
Es una de las abadías cistercienses más importantes de Europa, un símbolo del Císter. Su fundación tuvo lugar en el siglo XII, por donación del primer rey de Portugal, Don Alfonso Henríquez, a Bernardo de Claraval. La iglesia, que se empezó por la cabecera, como era habitual, con tres naves a la misma altura, el transepto de dos naves y el deambulatorio, forman un conjunto que impresiona por su sencillez, grandeza y austeridad.
Monasterio de Batalha
Obra maestra de la naturaleza creativa, el Monasterio de Santa María de la Victoria se erigió por deseo de Don Juan I como agradecimiento por la victoria de los portugueses sobre los españoles en la batalla de Aljubarrota, en el año 1385. Es el gran monumento del gótico final portugués, en el que apareció uno de los primeros ejemplos del estilo manuelino. Testimonio del intercambio de influencias en las artes, es uno de los conjuntos monacales más bellos de la Europa de finales de la Edad Media.
Monasterio de los Jerónimos y Torre de Belém, Lisboa
El Monasterio de los Jerónimos es una pieza de arquitectura destacada que mandó construir el rey Don Manuel I a principios del siglo XVI. Se considera la “joya” del estilo manuelino, exclusivamente portugués, y cuenta con elementos arquitectónicos del Gótico final y del Renacimiento, además de una simbología real que lo hacen digno de admiración.
Don Manuel I también ordenó la construcción de la Torre de Belém, que supone la concreción de un plan innovador y eficaz en la defensa del río y en la protección de Lisboa, al cruzarla con otras estructuras defensivas a la entrada del estuario. Símbolo del prestigio del rey, se encuentra decorada con motivos propios del Manuelino constituidos por nudos, cuerdas, esferas armilares, cruces de la Orden Militar de Cristo y elementos naturalistas.
Paisaje cultural de Sintra
En el siglo XIX, Sintra fue uno de los primeros lugares de Europa en los que se ensayó la arquitectura romántica. El rey consorte Don Fernando de Sajonia-Coburgo-Gotha, casado con la reina Doña María II, transformó las ruinas de un monasterio en castillo, en el que reunió de forma genial elementos góticos, egipcios, islámicos y renacentistas, todo ello envuelto por un parque de exuberante vegetación exótica, según los cánones de la época. Este modelo también se siguió en otros palacios de la sierra de Sintra y sirvió de inspiración en otros paisajes europeos.
El fado, Patrimonio cultural inmaterial
Cantado de forma intensa y con alma, sin más compañía que la viola y la guitarra portuguesa, el fado nació en los barrios históricos de Lisboa —Mouraria, Alfama, Bairro Alto y Madragoa—, unido a la fatalidad del destino y al amor. Actualmente es una melodía universal, símbolo reconocido de Portugal.
Centro histórico de Évora
Évora, cuyos orígenes se remontan a la época romana, vivió su época dorada en el siglo XV, momento en el que fue residencia de los reyes de Portugal. Su carácter único se debe a sus casas pintadas de blanco, a sus decoraciones interiores en azulejo y a sus balcones de hierro forjado, que la convierten en un conjunto urbano representativo de un periodo histórico (siglos XVI a XVIII). Sus monumentos influyeron decisivamente en la arquitectura portuguesa en Brasil.
Elvas y sus fortificaciones
Cerca de la frontera nos encontramos con Elvas, la mayor fortificación abaluartada del mundo, con casi 10 km de perímetro y una superficie de 300 ha. Testimonio único de la evolución de los conceptos estratégicos militares, está compuesta por varios monumentos: el castillo, dos fuertes, tres fortines, las murallas y el grandioso Acueducto de Amoreira, con sus 7 km y 843 arcos.
Cante alentejano
El cante alentejano se interpreta por coros formados por hombres y mujeres sin ningún instrumento musical, y es una expresión musical única y genuina de la región del Bajo Alentejo. Aunque no es específico de ningún género o estrato social, se consolidó desde principios del siglo XX entre las poblaciones rurales de una región en la que la industria agrícola y las explotaciones mineras experimentaron un gran desarrollo.
Fabricación de chocalhos en el Alentejo
La fabricación de chocalhos (cencerros) —una actividad considerada patrimonio cultural inmaterial— es un arte propio de la región del Alentejo desde hace más de dos mil años. Este instrumento de percusión emite un sonido inconfundible, y desempeña un papel fundamental en el paisaje sonoro de las zonas rurales en las que todavía se practica el pastoreo. En todo el país, existen solo 13 maestros en este oficio tradicional.
Centro histórico de Angra do Heroísmo, Terceira, Azores
Angra do Heroísmo, con su singular conjunto arquitectónico, fue un puerto de escala obligatoria entre Europa y los demás continentes desde el siglo XV hasta la aparición de los barcos de vapor, en el siglo XIX. Sus imponentes fortificaciones, construidas hace más de 400 años, son un caso único en la arquitectura militar.
Paisaje cultural de la viña de la isla de Pico, Azores
En la isla de Pico nos encontramos un destacado ejemplo de la transformación de un terreno rocoso, de origen volcánico, aparentemente improductivo, en un paisaje vinícola extraordinario. Las laderas que llegan al mar, marcadas por una cuadrícula de muros de piedra negra que separa las viñas, son el testimonio del trabajo de generaciones de pequeños agricultores que supieron crear, en un ambiente hostil, un modo de vida propio y un vino de gran calidad.
Bosque de laurisilva de Madeira
En las laderas orientadas al norte, sobre una superficie de 15.000 hectáreas, equivalente al 20% de la isla, sobrevive el bosque primitivo de Madeira, resistiendo a cinco siglos de humanización. Casi desaparecido del continente europeo, aquí mantiene sus características subtropicales y representa la laurisilva más extensa y mejor conservada de las islas atlánticas.
Dieta mediterránea
La dieta mediterránea forma parte de la identidad de la gastronomía portuguesa. En su base encontramos productos de la huerta, fruta, pan de calidad y cereales poco elaborados, legumbres secas y frescas (judías, garbanzos, habas, etc.), frutos secos y oleaginosas (nueces, almendras, castañas, pasas, etc.), el aceite como principal fuente de grasas, y pescado. La UNESCO la considera todo un estilo de vida en el que destacan la convivencia, la celebración y la transmisión de saberes alrededor de la mesa.
Fábrica de alfarería negra de Bisalhães, Vila Real
La cerámica negra de Bisalhães —un pueblo del municipio de Vila Real— está formada básicamente por piezas de naturaleza utilitaria fabricadas siguiendo un proceso en el que intervienen técnicas ancestrales. Uno de los aspectos que la hacen singular es la cocción en hornos excavados en el suelo, que es lo que da al barro su tono negro tan característico.
El arte de la halconería, Salvaterra de Magos
La halconería es un arte practicado en Portugal desde el siglo XII y que todavía se conserva en Salvaterra de Magos. Se trata de una forma de caza ecológica y de bajo rendimiento con siglos de historia a sus espaldas. Quienes la practican experimentan la sinergia entre el hombre y el ave de presa, la comunión con la naturaleza y toda la estética que rodea a este lance de caza.
Real Edificio de Mafra – Palacio, Basílica, Convento Jardín del Cerco y Tapada (2019)
El Real Edificio de Mafra incluye el Palacio, la Basílica, el Convento, el Jardín del Cerco y Tapada. Es una de las obras más emblemáticas construidas en el s. XVIII por orden del rey Juan V, que transformó el lugar en uno de los ejemplos más destacados del Barroco. Cabe destacar los seis órganos de la basílica y la histórica Biblioteca, con un acervo de 36 000 volúmenes que datan del s. XV al s. XIX.
Santuario del Buen Jesús, Braga (2019)
El Santuario del Buen Jesús en Braga forma un conjunto arquitectónico y paisajístico en el que se evidencian los estilos barroco, rococó y neoclásico. Su construcción se inició en el s. XVI. El monumento evoca el Monte Sagrado de la Jerusalén cristiana, coronado por la basílica del Buen Jesús a la que se llega tras un largo recorrido de Vía Sacra a través del bosque.
Carnaval de Podence, Macedo de Cavaleiros (2019)