Monumentos

Situado en el punto más alto de la ciudad, el Castillo de Portalegre se encuentra en una posición muy estratégica, cerca de la frontera con España. Con pocas referencias documentales anteriores, se sabe que la reconstrucción del sistema defensivo se debe al rey D. Dinis, a finales del s. XIII y principios del s. XIV, cuando anexó la ciudad a los bienes de la corona.

Estaba compuesto por el patio del castillo y por una doble muralla con doce torres y siete puertas. De las murallas, se conservan actualmente la puerta de Alegrete, la puerta del Crato (cerca de la Catedral) y la puerta de la Devesa, habiendo sido integradas el resto de las construcciones en el tejido urbano. Los lugares en los que estaban situadas las antiguas puertas de la ciudad están indicados con paneles de azulejo.

En el siglo XVII, las torres fueran modificadas para la utilización de artillería, manteniendo su función militar hasta el s. XIX. A principios del s. XX, el prolongamiento de la Calle del Castillo obligó a la demolición de una parte de las murallas del castillo. De esta forma, el patio quedó dividido en dos: por un lado, dos torres con un espacio ajardinado y, por otro lado, la Torre Principal, donde funciona actualmente un núcleo museológico referente a la historia de la ciudad.

En el primer piso, encontramos una sala abovedada con los blasones de armas del rey D. Manuel, recordando la acción de este rey en Portalegre.