Monumentos

Para la edificación de la Iglesia de la Encarnação en 1702, se derribó parte de la muralla fernandina (s. XIV) y la torre situada al sur, tal como sucedió con la Iglesia de Loreto, al otro lado de la calle. Las dos iglesias señalaban, así, una de las puertas de la ciudad.

El templo inicial fue arrasado por el terremoto de 1755 y restaurado en 1784 por Manuel de Sousa, de acuerdo con las orientaciones de la arquitectura religiosa impuestas por el Marqués de Pombal en la nueva estructura de la Baixa. En la fachada neoclásica, con algunos elementos decorativos rocaille, podemos ver las imágenes de Santa Catarina que formaban parte de la antigua puerta medieval.

En el interior, de una única nave, no deje de ver, en el altar mayor, una magnífica escultura de Nta. Sra. de la Encarnação, del escultor Machado de Castro.
Asimismo, destaca el revestimiento de azulejos y la pintura del techo en perspectiva obra de Simão Caetano Nunes.