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Lugar muy antiguo de la ciudad, que está rodeado por bonitas casas de carácterísticas propias del norte del país, construcciones sencillas de los siglos XVI y XVII, con tres plantas y donde el trabajo de madera en los balcones ilustra la maestría de los antiguos artífices carpinteros.
Según cuenta la tradición que el apostol Santiago trajo a Guimarães una imagen de la Santa Virgen y que la colocó en un templo pagano situado en esta localidad, con lo que este lugar empezó a ser conocido desde entonces como Santiago.

Desde aquí siga en dirección a la estrecha calle de Santa María, una de las primeras vías trazadas en Guimarães, ya mencionada con este nombre en documentos del siglo XII, donde se perfilan varios testimonios arquitectónicos de su pasado: ´Convento de Santa Clara´ (siglo XVII) ´Casa do Arco´, con un pequeño puente blasonado sobre la calle, ´Casa dos Peixotos´ (Casa de la Familia Peixoto), ´Casa Gótica dos Valadares´, testimonios de la importancia que la calle tuvo en la época medieval por ser lugar de residencia de los grandes de la ciudad: alto clero, nobleza y mercaderes acomodados.

A continuación se extiende el ´largo do Cónego´ (Plaza del Canónigo), donde nos llama enseguida la atención la esplendida fachada del Convento de Santa Clara, donde está ubicado el Ayuntamiento y la construcción señorial de la ´Casa dos Carneiros´.
No olvide pasar por la plaza Martins Sarmento para apreciar la parte de la ciudad del siglo XIX: un conjunto de casas y el antiguo ´Convento do Carmo´, una de las obras barrocas más destacadas de Guimarães.