Zonas Protegidas

Ocupando una extensa área de 2.216 kms2 en el Centro de Portugal, el Estrela Geopark Mundial de la UNESCO cubre la totalidad o parte de los nueve municipios que se estructuran alrededor de la Serra da Estrela - Belmonte, Celorico da Beira, Covilhã, Fornos de Algodres, Gouveia, Guarda, Manteigas, Oliveira do Hospital y Seia. Aquí se encuentra un paisaje diversificado, resultado de múltiples transformaciones geológicas, contrastes climáticos, así como la antigua ocupación humana, cuyos primeros registros remontan a principios del IV milenio a.C.

Este geoparque es una referencia a nivel internacional en el contexto del Sudoeste europeo que muestra las formas y depósitos glaciales más importantes e impactantes de Portugal. Su historia geológica comenzó en el fondo de un antiguo océano y culminó con el surgimiento de la Estrela, presentando como principales rocas los granitos y las formaciones metasedimentarias con más de 650 millones de años.

Este es un lugar único, con paisajes impresionantes, que incluye la montaña más alta de Portugal continental, cuya cima - la Torre - alcanza los 1993 metros de altitud. Aquí se encuentra un Centro de Interpretación que proporciona información sobre el geoparque, sugiriendo diversos senderos para caminar y andar en bicicleta, muchos de ellos originados en los senderos recorridos durante siglos por los pastores. Esta es la mejor opción para descubrir las enigmáticas formas que conforman los caprichos de la naturaleza, los valles que en su día ocuparon los antiguos glaciares, las mesetas esculpidas por los más importantes ríos de Portugal o las aldeas encaramadas en el paisaje, donde se respiran los aromas de esta montaña, de imponente y abrumadora presencia.

Con aproximadamente 150.000 habitantes, el territorio del Geopark Estrela es mucho más que geología. Esta sierra ha sido testigo de una larga evolución cultural, marcada por la adaptación de las comunidades a una geografía adversa y donde, durante milenios, los seres humanos han vivido en estrecha relación con la montaña y lo que ésta les ofrece. Las actividades económicas y la ocupación humana han dado forma a la montaña, formando un mosaico de paisajes culturales que enriquecen la Estrela.