Después de encantarnos con el verde de la naturaleza y al azul del mar, pasando por las coloridas aldeas típicas, nos apetece llevarnos con nosotros un pedacito de este paraíso.

Unas vacaciones inolvidables que merecen recuerdos vivos.

En Funchal, recorriendo sus calles adornadas con bellos paseos empedrados, encontramos una gran variedad de tiendas, desde las grandes marcas portuguesas e internacionales a las que venden artículos regionales que podemos traernos llevarnos como pequeños recuerdos del viaje.

Para una pausa, lo mejor será recuperar fuerzas bebiendo un zumo de frutas de la región, tranquilamente sentados en una de las terrazas del centro.

Continuamos el paseo visitando el Museo del Bordado de Madeira y, claro, aprovechamos para comprar una prenda. Desde pequeños pañuelos a los tradicionales y bellos manteles, son verdaderas obras de arte.

Tras probar el delicioso Vinho da Madeira en una de las diversas bodegas y tiendas repartidas por la ciudad, no nos resistimos a comprar al menos una botella para llevárnosla con nosotros a casa.

Los artículos en mimbre están disponibles por toda la ciudad de Funchal y también por toda la isla, pero el centro de producción se sitúa en Camacha, donde se encuentra la mayor selección de mimbres de variadas formas.

Las flores de Madeira, como orquídeas, estrelicias, proteas o anturios, son el recuerdo preferido de muchos turistas. Pueden adquirirse en cualquier parte, en el mercado municipal o en las floristerías. El mercado municipal, conocido como "Mercado dos Lavradores", constituye otro punto de paso obligatorio. Este lugar es un verdadero centro de comercio de productos regionales que van desde las frutas exóticas, hortalizas y pescado hasta las flores, los artículos en mimbre, la tapicería y las famosas botas de aldeano.