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Para conocer el corazón de Lisboa, le proponemos un recorrido que lo llevará desde el Barrio Alto hasta el castillo de São Jorge, pasando por la Baixa Pombalina, una zona repleta de tiendas y restaurantes. El punto de partida es el Largo de Camões. Pero antes de iniciar este itinerario, queremos hablarle de algunos lugares en las inmediaciones de esta plaza que pueden ser un buen motivo para regresar en otra ocasión. Por ejemplo, si sube por Rua da Misericórdia, encontrará la Iglesia y el Museo de São Roque, en cuyo interior se guardan verdaderos tesoros del arte sacro. En dirección contraria, al final de Rua do Alecrim, se encuentra Cais do Sodré, en donde podrá disfrutar de un paseo por Ribeira das Naus, un recorrido muy agradable por la orilla del río hasta Terreiro do Paço —también conocida como Praça do Comércio—, con terrazas y espacios de ocio, el Mercado da Ribeira, una zona muy animada, y el Museo de las Comunicaciones (14), todos ellos accesibles a personas con movilidad reducida. En Cais do Sodré se encuentra la estación de ferrocarril desde la que parten los trenes que llevan a Cascais a lo largo de un recorrido con hermosísimas vistas del río y del mar.
Photo: Miradouro de São Pedro de Alcântara © Turismo de Lisboa
Pero regresemos al punto de partida de este paseo... El Largo de Camões se encuentra dominado por la estatua de este gran poeta portugués. Nuestro recorrido continúa por Rua Garrett, en donde encontrará dos iglesias situadas una frente a otra —la de Loreto y la del Sacramento—, cuyas escalinatas dificultan la visita. Más abajo, debe realizar una parada para hacerse una foto a la mesa con Fernando Pessoa en la terraza de la cafetería «A Brasileira». A la derecha, en Rua de Serpa Pinto, se encuentra el Museo Nacional de Arte Contemporáneo (12), en donde se presenta una completa retrospectiva de la evolución artística portuguesa. Igual que el museo, estos trayectos son totalmente accesibles, si bien la acusada inclinación de las calles puede dificultar la fluidez del recorrido.
Más abajo, destaca la Iglesia de los Mártires (11), cuya escalinata de entrada la hace inaccesible para quienes se desplazan en silla de ruedas, una situación frecuente en muchos de los restaurantes y tiendas de esta zona que abarca Rua Garrett y Rua do Carmo. En el Rossio (8), el pavimento plano y regular y los pasos de peatones rebajados facilitan los desplazamientos y permiten disfrutar de las fuentes y de la fachada del Teatro Nacional Dona Maria II. El pavimento de empedrado portugués crea una ilusión óptica que imita una ondulación. Muy cerca de allí se encuentran la Iglesia de São Domingos (9) y Praça da Figueira, dos lugares totalmente accesibles.
Photo: Rossio © José Manuel
El itinerario continúa por Rua Augusta (7), totalmente peatonal y accesible. Sus únicos obstáculos son las terrazas de la zona central, por lo que es preferible utilizar las vías laterales para circular sin problemas. Al final de esta calle, podrá visitar el Arco de Rua Augusta (6). Pero para llegar a la terraza y contemplar las vistas, es necesario subir una estrecha escalinata inaccesible para las personas con movilidad reducida. En vez de eso, puede aprovechar para pasear por el pavimento regular de la Praça do Comércio (5), que se abre al río Tajo. Esta plaza está considerada como una de las más bonitas de Europa. Disfrute de este lugar bajo los soportales, en los que encontrará varios restaurantes y terrazas perfectos para tomar algo relajadamente. Y no se pierda el Lisboa Story Centre, en donde podrá conocer la ciudad de una manera interactiva en un edificio totalmente adaptado en el que también encontrará una oficina de turismo que le proporcionará una atención exclusiva.
Photo: Praça do Comércio © Turismo de Lisboa
El último lugar de este itinerario es el Castillo de São Jorge (1). En la Baixa encontrará transportes públicos para realizar la subida: pequeños autobuses o tranvías cuya entrada con escalones resulta inaccesible para personas con movilidad reducida. El recorrido más común transcurre junto a las vías del tranvía desde Rua da Conceição, e implica subir calles bastante empinadas, aunque en ellas encontrará lugares de interés como la Iglesia de la Magdalena (4), en la que la escalinata de la entrada y algunas barreras del interior dificultan la visita. Un poco más arriba, la Catedral (3) románica también presenta una escalinata en la entrada, aunque su interior es amplio y sin obstáculos. Desde el mirador de Santa Luzia (6) y el mirador de las Portas do Sol se puede disfrutar de espléndidas vistas de la ciudad sin dificultades para acceder. Desde aquí puede llegar al castillo por las inclinadas calles del barrio de Alfama, que suponen un gran esfuerzo. Este trayecto no es fácil para las personas con movilidad reducida, por lo que recomendamos utilizar un vehículo adaptado.
Photo: Sé de Lisboa © Turismo de Portugal | RR
Pero existe una forma de llegar al castillo por sí mismo: utilizando los elevadores del edificio 170/178 de Rua dos Franqueiros, totalmente accesibles. El primer elevador sube hasta Largo Adelino Amaro da Costa, en donde la única dificultad será atravesar este amplio espacio, que no cuenta con señalización, hasta la entrada del otro elevador, próximo al mercado de Chão de Loureiro. Al salir del elevador se encontrará con un mirador desde el que podrá disfrutar de una vista panorámica de la ciudad antes de cubrir los 500 metros que le separan de las murallas, un trayecto con pendientes y pavimento irregular que dificultan la circulación.
Al Castillo de São Jorge (1) se entra por una rampa, un acceso mucho más fácil que el que los cristianos bajo las órdenes de Afonso I de Portugal se encontraron en el siglo XII cuando se dispusieron a arrebatárselo a los musulmanes. En su interior, un amplio espacio con algunas barreras puntuales permite que todos puedan conocer este monumento testigo de una larga historia, y disfrutar de las mejores vistas de Lisboa.
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