En verano o invierno, la montaña más alta de Portugal continental es el escenario perfecto para unos días relajados en contacto con la naturaleza. 

Con una altitud máxima de 1.993 metros en Torre, Serra da Estrela es una zona de inusual belleza paisajística con desniveles montañosos impresionantes en los que podemos vivir intensamente el silencio de las alturas. Y aprovechar esos momentos de comunión con la naturaleza para observarla, fijándonos en la variada vegetación, en las aves o en los rebaños de ovejas guiados por perros de la raza a la que la sierra dio su nombre.

Pero también podemos seguir el curso de los grandes ríos portugueses desde su nacimiento: el Mondego en Mondeguinho, el Zêzere en Covão de Ametade y el Alva en Vale do Rossim, todos ellos lugares deslumbrantes. O disfrutar de los valles glaciares de Loriga, Manteigas, o Covão do Urso y Covão Grande. En los meses más cálidos, la mejor sugerencia será, con total seguridad, la Ruta de las 25 lagunas (Rota das 25 lagoas), que nos guía por espacios refrescantes.

Si hace frío, Serra da Estrela es el único sitio de Portugal en el que podemos practicar esquí y snowboard, así como andar en trineo o en moto de nieve. Existen diversas pistas con infraestructuras auxiliares y también encontramos pistas de nieve sintética para esquiar en cualquier época del año. 

Este parque natural resulta excelente para dar paseos a pie, a caballo o en bicicleta. Existen cerca de 375 kilómetros de senderos marcados sobre el terreno, con varios niveles de dificultad, por lo que seguro que habrá alguno adecuado a nuestras condiciones físicas. ¿Y quién no ha soñado con volar como un pájaro? Podemos sentir esa sensación con un parapente en Linhares da Beira, sobrevolando esta aldea histórica, que también es necesario explorar a pie. 

Para recuperar fuerzas hay que probar el producto más famoso de la región: el Queijo da Serra (queso de la sierra). De textura mantecosa, acompaña a la perfección al pan tradicional. Podemos saborearlo en toda la región, pero en Celorico da Beira, en Solar do Queijo, esa degustación estará acompañada por explicaciones sobre su proceso de fabricación. En Seia, el pan se merece un museo, mientras que en Covilhã ese honor corresponde a los lanificios. Las carreteras más habituales para atravesar la sierra unen precisamente estas dos ciudades y nos llevan por aldeas de montañas como Sabugueiro, Alvoco da Serra o Loriga, y a muchos otros lugares que no nos podemos perder: Penhas Douradas, Penhas da Saúde o Torre, en la cima de la sierra. 

El paisaje diverso de los nueve municipios que componen la Serra da Estrela -Belmonte, Celorico da Beira, Covilhã, Fornos de Algodres, Gouveia, Guarda, Manteigas, Oliveira do Hospital y Seia - constituyen desde el 2020 el Geopark Estrela, reconocido por la UNESCO por su valor geológico. Otro buen pretexto para visitar el Parque Natural.

Como sugerencia para dar un paseo, le proponemos un itinerario por la sierra, pero como hay mucho que ver y que hacer en la mayor área protegida portuguesa, lo mejor será comenzar visitando uno de los Centros de Interpretación del Parque Natural para obtener información para aprovechar al máximo nuestra estancia.