Xarez
Restaurantes y Cafés
En el interior de la villa amurallada de Monsaraz, el restaurante Xarez se integra en un marco natural de gran belleza. Las vistas desde la terraza y la galería acristalada son soberbias, dan a la planicie punteada por olivos en un universo inmenso. El restaurante está decorado con sencillez y sumo gusto, dividido en tres espacios. En el primer salón destacan los zócalos de azulejos en tonos de verde y blanco, alusivo a las antiguas casas de la región; en la galería sobresale la pizarra que emerge en partes de las paredes encaladas, y en la terraza, el paisaje alucinante.
La cocina, toda ella a base de platos típicos y tapas, es sencilla, aunque cuidada, incluso en los pequeños detalles. La verdad es que Xarez cautiva no solamente a los que quieren comer o cenar bien, sino también a los que solamente quieren tomar un té o una copa de vino y disfrutar de las vistas.
La carta, poco extensa pero equilibrada, con paladares alentejanos revisitados por Salvador Acabado, que les ha dado un tinte de modernidad, abre con el tradicional couvert compuesto por pan y aceitunas bien aliñadas, seguido de la sopa del huerto.
En los pescados, son constantes el bacalao y el pulpo à lagareiro, mientras que en las carnes son especialmente solicitados el entrecot y la carrillada de cerdo alentejano estofada. Más extensa es la de las tapas, cuyo punto fuerte es la tarta de liebre con ensalada, la farinheira con revuelto de huevos y las migas de espárragos con huevos, además del platito de embutidos variados. Entre los quesos los hay da Serra con compota, de cabra o de oveja curados o fresco de oveja, entre otros. En lo que toca a los postres, de producción casera, son irresistibles la sericaia con Ciruela de Elvas DOP, el bizcocho de chocolate y el bizcocho rançoso. Buena carta de vinos, mayormente alentejana. Servicio eficiente y familiar.
11:00 - 17:30 de noviembre a febrero. De marzo a mayo: 11:00 - 20:00. Demás meses: 10:00 - 24:00
Cerrado miércoles a la cena y jueves
Especialidad
La carrillada de cerdo alentejano estofada en vino tinto, cocinada sin prisas durante un par de horas largas, servidas con arroz y patatas fritas, da a conocer los suculentos paladares regionales.
Valor añadido
Se puede tapear a cualquier hora del día, y disfrutar de unas vistas deslumbrantes sobre la planicie alentejana. Ver la puesta de sol en compañía de un buen vino de producción local transmite una tranquilidad inigualable.