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En el Vale do Rio Douro donde nace el vino de Oporto, pero es en la ciudad que le dio su nombre donde envejece y obtiene el sabor que lo hace inconfundible.

Se cultiva en las terrazas esculpidas por el hombre en los márgenes del río Duero desde hace mucho tiempo, en un área que en 1756 estaba protegida por la Companhia Geral da Agricultura das Vinhas do Alto Douro, motivo por el cual se ha convertido en una de las regiones de vino demarcadas más antiguas del mundo. En 2001, la región del Alto Douro Vinhateiro fue clasificada por la Patrimonio Mundial.

Desde siempre, el río ha servido para transportar los barriles de vino hasta la desembocadura del río Duero en barcos específicos para esa función: los barcos Rabelo. Todavía hoy podemos verlos y admirarlos en los muelles de Oporto y Vila Nova de Gaia, donde se concentran las bodegas en las que envejece el vino y desde donde se comercializan por todo el mundo. Para dar a conocer la historia del vino de Oporto, la mayoría de las bodegas abre las puertas a los visitantes y ofrece visitas guiadas y catas.

Para llegar a las bodegas, a partir de la Ribeira do Porto, se puede atravesar el Ponte Luís I a pie por el tablero inferior. También se puede atravesar el puente por el tablero superior, desde Batalha hasta la Serra do Pilar y bajar hasta las bodegas a pie o en el teleférico. Es una parada obligatoria para todo el que visita el norte del país.

Vea las bodegas y visitas disponibles en la opción Circuitos y Servicios de Turismo/Enoturismo y Gastronomía en el área de búsqueda avanzada.