Ruta de los santuarios marianos
Para no perderse
- visitar en el Santuario de Fátima, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y la Capillita de las Apariciones, así como la más reciente Basílica de la Santísima Trinidad
- cerca de Oporto, visitar la Iglesia de Santa María en Marco de Canaveses, de 1996, obra de Álvaro Siza Vieira
- visitar la Iglesia de la Madre de Dios, integrada en el Museo Nacional del Azulejo, en Lisboa, con una exuberante decoración barroca
- visitar, también en Lisboa, la Iglesia de la Señora del Monte, desde la que se puede disfrutar de una fabulosa vista panorámica del castillo y de Baixa
- visitar la iglesia del Monasterio de Nuestra Señora del Espino, en Évora, actualmente transformado en hotel, pero cuya iglesia permanece abierta al público
Venerada de diversas formas a lo largo de los tiempos, la Virgen María, Madre de Dios, es una presencia constante en las manifestaciones de la religión católica en Portugal. Al visitar los templos que se le dedican nos hacemos a la idea del fervor que alcanza esta devoción.
Fátima, donde se apareció la Virgen a los tres pastorcitos en 1917, es, sin duda, el principal lugar de culto en Portugal y uno de los principales santuarios del culto mariano en el mundo. Desde entonces, y especialmente el 13 de cada mes, este lugar de fe y de paz recibe peregrinaciones que alcanzan su máximo exponente en mayo y octubre, momento en el que las multitudes expresan su fe de un modo que a todos nos conmueve, tanto si somos creyentes como si no.
En Portugal, el culto a la Virgen se remonta a los orígenes de la nación y dio lugar a monasterios, ermitas, iglesias o santuarios, que son escenario de celebraciones y concurridas fiestas. Por eso, la mayoría de las catedrales de Portugal se encuentra dedicada a Santa María, como es el caso de las catedrales de Oporto, Viseu, Lisboa, Évora y un largo etcétera.
De norte a sur podemos destacar, en primer lugar, la Iglesia de Nuestra Señora de la Agonía en Viana do Castelo, en la que se celebra una de las más vistosas romerías de Portugal. En Braga, la más antigua de las catedrales portuguesas se encuentra dedicada a Santa María y cerca de allí encontramos manifestaciones de gran devoción en el Santuario de Nuestra Señora de Sameiro, en la Iglesia de Santa María de Falperra y en el Santuario de Nuestra Señora de la Abadía, en Santa Maria do Bouro (Amares). En Guimarães, merece la pena conocer la Iglesia de Nuestra Señora del Olivo y el Santuario de Nuestra Señora de la Peña. En Lamego, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, que domina la ciudad desde la cima de una imponente escalinata, es uno de los lugares de culto mariano más célebres con motivo de su gran romería.
Santuário de Nossa Senhora da Abadia © Câmara Municipal de Amares / Moisés Soares
En Oporto tenemos la catedral dedicada a Nuestra Señora de la Asunción y, en Coímbra, la Catedral Vieja, o Iglesia de Santa María es otra iglesia fortaleza asociada al románico y al periodo de la fundación de Portugal. Siguiendo hacia el sur encontramos dos monumentos Patrimonio Mundial consagrados a Santa María: la cisterciense Abadía de Alcobaça, mandada construir por el primer rey de Portugal, y el auténtico compendio de escultura en piedra que es el Monasterio de de Santa María de la Victoria también denominado Monasterio de Batalha, por conmemorar la victoria en una batalla por la independencia de Portugal. Cerca de allí queda la playa de Nazaré, en cuya Iglesia de Nuestra Señora se celebra otra concurrida romería, relacionada con un conocido milagro local.
En Lisboa encontramos varios templos dedicados a la Virgen, algunos objeto de verdadera devoción popular, como es el caso de la Capilla de la Señora de la Salud, en el histórico barrio de Mouraria. Pero, además de la románica Catedral Patriarcal, o Iglesia de Santa María la Mayor, el más importante es el Monasterio de los Jerónimos, uno de los monumentos más impresionantes de la capital, declarado Patrimonio Mundial y cuya iglesia también se encuentra dedicada a Santa María de Belén. Al sur de Lisboa, encontramos en el cabo Espichel el Santuario de Nuestra Señora del Cabo, donde se celebra una importante romería llamada Círio da Senhora do Cabo (romería de la Señora del Cabo) o Cirio Saloio (romería campesina).
Ya en el Alentejo, uno de los principales lugares de peregrinación es el Santuario de Nuestra Señora de Aires, cerca de Viana do Alentejo, y también el Santuario de Nuestra Señora de la Concepción o Solar da Padroeira (Mansión de la Patrona), en Vila Viçosa, desde que Don Juan IV proclamó patrona de Portugal la imagen de la Señora de la Concepción en 1646.
Por último, en el Algarve, en un recorrido de devoción mariana cabe mencionar la Catedral de Santa María en Faro, la Iglesia de Santa María del Castillo, en Tavira, y la Fiesta la Madre Soberana, que se celebra en Loulé en honor a Nuestra Señora de la Piedad.